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El Trauco
El
Trauco es un personaje enraizado en el inconciente colectivo de
los habitantes del archipiélago de Chiloé en el sur
de Chile. Cuenta la leyenda que este personaje vive en los bosques
se alimenta de frutos, raíces y troncos de árboles
podridos. Tiene la apariencia de un duende contrahecho y es poseedor
de gran fuerza física y de una mirada feroz. Su vestimenta
está confeccionada de corteza de fibras de árboles
nativos. Lleva siempre un hacha de piedra y usa un gorro semejante
a los de los gnomos de los cuentos infantiles europeos. El trauco,
dicen, es un ente malvado. Un sátiro que le gustan las jóvenes
vírgenes. Ellas sienten una atracción irresistible
por él, y de esta unión nacen hijos. Entonces, cuando
una muchacha soltera queda embarazada, es común escuchar
historias en las que se responsabiliza al Trauco.
Si se sueña con el Trauco existe la creencia que surgirán
25 enfermedades. La mujer puede ser poseída por este espíritu
en un tipo de sueño libidinoso que deja absolutamente exhausta
a sus víctimas.
Tradición oral. (Extraído del
libro «El Verdadero Sueño Americano»
de Rosa Anwandter. CEO-Chile, Santiago de Chile, 2001.
Mito de las Cataratas del Iguazú
La
etnia guaraní, habita una gran parte del territorio brasileño,
el norte de Argentina y Paraguay. En la confluencia de estos países
se sitúan las Cataratas del Iguazú. Este es un conjunto
de saltos de agua de aproximadamente 80 metros de altura y una
extensión de más de tres kilómetros.
Este espectáculo de la naturaleza siempre sobrecogió
a sus lugareños, pues desde la llegada de los conquistadores
hay testimonios sobre mitos y leyendas.
Dice la leyenda guaraní que una bella joven llamada Naipú,
vivía con sus padres en una orilla del río. Un dios,
la vio y enloqueció de amor por ella. Sin embargo, Naipú
se enamoró de un simple mortal y huyó con su amado
en una precaria embarcación. El dios enfurecido por los
celos, hizo surgir las Cataratas del Iguazú (agua grande),
para impedir que los amantes continuaran juntos.
Tradición oral. (Extraído del
libro «El Verdadero Sueño Americano»
de Rosa Anwandter. CEO-Chile, Santiago de Chile, 2001.
Ngillatún
En la cultura mapuche, uno de los rituales más importantes
es el ngillatún.
Se desarrolla de la siguiente manera: en un cerro o lugar alto
se clavan estacas en forma de círculo, dejando solamente
una sola entrada, y ésta deberá estar situada al
oeste. Luego se forma un arco con ramas y flores. Al interior
también se hará una enramada semejante, con laurel
y flores blancas. Al lado este del círculo se plantan tres
arboles pequeños. El individuo que dirige la ceremonia
la inicia premunido de un bastón. Enseguida, se empieza
una procesión por el lado externo de este lugar sagrado.
Una asistente lleva dos ramos de laurel y una bandera de la paz.
Todos los participantes acompañan la ceremonia descalza
y sin portar ningún objeto metálico. Se cantan himnos
y se reza a la paz en mapudungún.
Terminada esta primera parte se procede a inmolar a un carnero
de más o menos tres años de edad y con su sangre
se hará cruces en la frente de cada persona y se desea
salud a los enfermos.
El carnero que fue sacrificado se descuartiza y sus menudencias
son quemadas. Durante toda la ceremonia se dedica la ofrenda,
acompañada de cánticos religiosos a CHAU- Dios,
se esparce chicha y se dedica al abuelo Huentreao, a Blanca Flor
y al Inca Atahualpa.
Esta trinidad está representada por los arboles recién
plantados dentro del círculo.
Después se consume el animal, se baila en forma circular
y se bebe chicha. Entonces empieza una fiesta que tiene carácter
de liberación.
Tradición oral. (Extraído del
libro «El Verdadero Sueño Americano»
de Rosa Anwandter. CEO-Chile, Santiago de Chile, 2001.
La Machi
Par
los mapuches el ser machi es pertenecer a una casta. En cada comunidad
la machi es una persona que ejerce un innegable liderazgo. Este
poder proviene de sus amplios profundos conocimientos del arte
de curar enfermedades, por medio de las plantas medicinales y
de su capacidad para invocar a los espíritus. Es una especie
de médico del cuerpo y del alma.
La machi, es quien aconseja en tiempos de guerra o en los problemas
de la vida cotidiana. Es quien dirige las rogativas, cuando hay
sequía o exceso de lluvias. Además es una sacerdotisa,
que interactúa ente los seres humanos y los espíritus
malos. Sus vestimentas son diferentes al resto de las mujeres
de la comunidad y antiguamente llevaban una vida de reclusión
y ascetismo. La ceremonia en la cual ejerce sus funciones se denomina,
machitún.
Generalmente, las machis son mujeres, pero si un hombre es designado
a través de un sueño o pewma, tendrá que
acatar este llamado y prepararse para cumplir esta misión,
con las más ancianas de la sociedad. Los sueños
muestran al individuo con su simbología, que tendrá
que asumir este papel e iniciar un largo y difícil aprendizado.
Las machis son portadoras de un amplio conocimiento ancestral
sobre los principios activos de las yerbas medicinales y de otros
métodos de sanación.
Actualmente la machi es curandera y en rituales que incluyen,
música, canto y danza invoca espíritus del bien,
en una especie exorcismo para retirar a los espíritus malignos
que aquejan al consultante.
Tradición oral. (Extraído del
libro «El Verdadero Sueño Americano»
de Rosa Anwandter. CEO-Chile, Santiago de Chile, 2001
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