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Sueño
Federico García
Lorca
Mi corazón reposa frente a la fuente fría.
( Llénalo con tus hilos, Araña del olvido.)
El agua de la fuente su canción decía.
( Llénala con tus hilos Araña del olvido.)
Mi corazón despierto sus amores le decía
( Llénala con tus hilos Araña del olvido). decía,
( Araña del silencio, Téjele tu misterio.)
El agua de la fuente lo escuchaba sombría.
(Araña del silencio, Téjele tu misterio.)
Mi corazón se vuelca sobre la fuente fría.
(¡Manos blancas, lejanas,
Detened las aguas!)
Y el agua se lo lleva cantando la alegría,
(¡Manos blancas, lejanas, Nada queda en las aguas!)
Paisaje
Las estrellas apagadas
Llenan de ceniza el río
Verdoso y frío.
La fuente no tiene trenzas.
Ya se han quemado los nidos escondidos.
Las ranas hacen el cauce.
Una siringa encantada
Desafinada.
Sale del monte la luna,
Con su cara de bonachona
De jamona
Una estrella le hace burla
Desde su casa de añil
Infantil.
El débil color rosado
Hace cursi el horizonte
Del monte,
Y observo que el laurel tiene
Cansancio de ser poético
Y profético.
Como la hemos visto siempre,
El agua se va durmiendo,
Sonriyendo.
Todo llora por costumbre,
Todo el cuerpo se lamenta
Sin darse cuenta. Yo, por desafinar,
Digo por educación:
” Mi corazón!”.
Pero una grave tristeza
Tiñe mis labios manchados
De pecados.
Yo voy lejos del paisaje.
Hay en mi pecho una hondura
De sepultura.
Un murciélago me avisa
Que el sol se esconde doliente
En el Poniente. ¡Pater noster por mi amor!
( Llanto de las alamedas
Y arboledas.)
En el carbón de la tarde
Miro mis ojos lejanos, Cual milanos.
Y despeino mi alma muerta
Con arañas de miradas
Olvidadas.
Ya es de noche, y las estrellas
Clavan puñales al río
Verdoso y frío.
Sueño
Iba yo montado sobre
Un macho cabrío.
El abuelo me habló Y me dijo
Ése es tu camino. ¡Es ése gritó mi sombra,
Disfrazada de mendigo.
¡Es aquel de oro, dijeron
Mis vestidos!
Un gran cisne me guiñó
Diciendo: ¡Vente conmigo!
Y una serpiente mordía
Mi sayal de peregrino.
Mirando al cielo, pensaba:
Yo no tengo camino.
Las rosas del fin serán
Como las del principio.
En niebla se convierte
La carne y el rocío.
Mi caballo fantástico me lleva
Por un campo rojizo
.¡Déjame, clamó llorando
,Mi corazón pensativo. Yo lo abandoné en la tierra,
Lleno de tristeza
Vino
La noche, llena de arrugas
Y
de sombras.
Alumbran el camino,
Los ojos luminosos y azulados
De mi macho cabrío.
Otro Sueño
¡Una golondrina vuela
Hacia muy lejos!..
Hay floraciones de rocío
Sobre mi sueño, Y mi corazón da vueltas,
Lleno de tedio,
Como un tiovivo en que la Muerte
Pasea a sus hijuelos.
¡ Quisiera en estos árboles
Atar al tiempo
Con un cable de noche negra,
Y pintar luego con mi sangre las riberas
Pálidas de mis recuerdos!
¿Cuántos hijos tiene la Muerte?
¡Todos están en mi pecho! ¡ Una golondrina viene
De muy lejos!
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