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La Grafología como interpretación
del psiquismo operante

Una aproximación exitosa, eficiente, productiva, al psiquismo profundo del ser humano, aquél que trasciende las demarcaciones reduccionistas de la razón y del positivismo conceptual, requiere sin lugar a dudas, un talante y una atención intensa y concentrada, llena de respeto, acaso de recogimiento. La naturaleza profunda del alma humana, posee sus propios presupuestos, su lenguaje característico, sus misterios insondables («El alma es el ser más insondable e inaccesible de cuantos ha estudiado el pensamiento científico» C.G. Jung).
Al igual que los sueños, mostrando rastros y estelas de nuestras más íntimas vivencias, con esa inocencia y veracidad características de la naturaleza prerracional, existe una habilidad desarrollada por el hombre, la escritura, que registra ingenuamente las estructuras de nuestra personalidad y los funcionalismos de nuestra conducta. Esta disciplina que investiga el psiquismo a través de los símbolos y características morfo-cinéticas de la escritura manuscrita, se denomina Grafología o Grafopsicología.
Utilizada por psicólogos, pedagogos, médicos, antropólogos, historiadores, multinacionales y empresas (en la selección de personal), etc., la Grafología se nos presenta como una herramienta de inestimable valor, que posibilita el acceso al entramado psicológico y conductual del escribiente.
El ritmo escritural, la forma anticipadora (Gestalt) que constela un escrito, su armonía, la presión ejercida al escribir (según el Dr. Max Pulver, importante grafólogo suizo, colega y amigo de Jung, una expresión directa de la Líbido), las dimensiones de la zona central o media del grafismo, la dirección u orientación de las líneas, la inclinación de las letras, su continuidad, la forma y el grado de singularización de la escritura (su individuación), etc., nos revelan un portentoso cuadro del sujeto objeto de análisis.
Así, el grafoanálisis permite otear las proyecciones y manifestaciones gestuales y simbólicas de la escritura de personalidades ilustres, a la luz, no de las conveniencias y parcialidades de la posición ideológica e histórica que tengamos, sino bajo la supervisión de la inocencia de un trazado fiel al espíritu y al conglomerado psicofísico que lo ha producido.

C. G. Jung - Su escritura
Echando un breve vistazo al grafismo de Jung, nos encontramos el dinamismo escritural de un conjunto armonioso que traduce el avance o exteriorización de una personalidad reflexiva, emotiva e idealista, que se nutre del pasado (histórico) (ver la dirección sinistrógira de las hampas de la «d») y del continente universal de los valores, desde donde establecer una dialéctica creativa y argumentar, sostener y anticipar un devenir solidario, vivido con entrega y fecundidad, tenacidad en el compromiso y alineamiento con el destino.
El desarrollo de la zona superior del grafismo en el dominio gráfico-simbólico de las hampas, muestra el papel directriz ejercido por una honda necesidad de aprehensión de representaciones e imágenes colectivas y la preocupación y amor al conocimiento que Jung manifestaba; en este sentido, llama la atención el predominio de una zona superior que muestra la hegemonía natural que en Jung ejerce el dinamismo arquetípico de las Ideas. En este mismo sentido correlaciona la altura de los puntos de las «íes», manifestando esa atracción gravitacional que sobre su atención ejercían las representaciones colectivas, los mitos y las profundidades del Inconsciente Colectivo (Ánima Mundi), en su dimensión ideal y espiritual.
La escritura de Jung, nos habla de un sujeto introvertido comprometido con el futuro y el devenir histórico y su fenomenología, extraordinariamente reflexivo y analítico; su capacidad de correlacionar elementos para el juicio, es enriquecida en la participación cohesionada de las tres zonas gráficas que avanzan e interrelacionan de consuno.
La presión apoyada y el relieve del grafismo, su tensión suave, retratan la fuerza del carácter de Jung, su firmeza y consistencia (decía Herman Hesse de Jung que era una montaña).
Es un grafismo de ritmo dadivoso que se extiende sobre el papel, como deslizándose sobre la vereda existencial en un alarde individuado de autenticidad y exuberancia personal, en la exquisitez de una sensibilidad capturada por las frondosidades del Alma humana y los misterios de la Vida.

«Todo lo que se extiende en línea recta miente. Toda verdad es curva, y el tiempo es circular».
Friedrich Nietzsche

Manuel J. Moreno
Perito caligráfico - Director del Instituto de Grafología Analítica. de España