Dormir
y soñar Análisis
de los sueños
Descubriendo
los misterios de un sueño
Sugerencias
para conocer el significado de sus sueños
Recetas
para Insomnes
Dormir y soñar
La vida del ser humano se desarrolla por ciclos. El de la
gestación, el de la infancia, el de la adolescencia,
adultez, madurez, vejez y muerte. También en la naturaleza
observamos, el ciclo de las estaciones del año, de
la luna, de las mareas, Del día y de la noche entre
algunos de los más importantes. En cada uno de estos
ciclos el ser humano se ha adaptado de diferentes maneras.
En ciertas ocasiones, la adaptación ha tenido un carácter
suave, y en otras absolutamente tajante.
El ciclo día-noche es el que ha sufrido un proceso
de adaptación más radical, oscilando de un estado
de vigilia, cuando estamos despiertos, y predomina la conciencia
a un estado de sueño inconsciente. Esta oscilación
entre un período de sueño y un período
de vigilia es inherente a todos los mamíferos, a excepción
del oso hormiguero.
El sueño es un fenómeno natural, evolutivo y
adaptativo y como todo fenómeno con estas características
posee funciones importantes para la vida del individuo. Varias
de las etapas del sueño, complementan las del estado
de vigilia. Por ejemplo durante el sueño, nos reponemos
físicamente del cansancio que hemos experimentado durante
las horas que estuvimos despiertos. Es en ese período,
que la mente se adapta nuevamente, después de un día
de innumerables estímulos.
El sueño se organiza en ciclos. Durante el sueño
experimentamos un estado fisiológico diferente. Se
han observado, algunos de los siguientes cambios;
las ondas cerebrales se alteran si se comparan con las del
estado de vigilia, los músculos entran en un estado
de relajamiento, hay un descenso de la temperatura corporal,
se mueven los globos oculares, muda el ritmo respiratorio
y el cardíaco además de mudanzas en los índices
hormonales, entre otras alteraciones.
El sueño ha sido clasificado en cinco etapas. Cuatros
son etapas no REM -de la sigla en inglés Rapid Eyes
Movement- y su característica es que hay un movimiento
circular de los ojos y una de sueño REM.
Esta división entre sueño REM y ausencia de
REM, está basada en que es durante esta etapa de sueño
REM, el período en el cual cuando soñamos con
más frecuencia. Las etapas de sueño ausencia
de REM son catalogadas de 1 a 4. La etapa 1 tiene como característica
ser una transición entre el la vigilia y el sueño.
Estamos más relajados, a veces podemos sentirnos más
leves, los pensamientos e imágenes son cada vez más
difusos. Pero en cualquier momento, como por ejemplo al escuchar
un ruido inesperado, rápidamente recuperamos la atención.
En la medida que vamos pasando de una etapa a la otra el sueño
se va profundizando. En la etapa 4, la cual se alcanza en
termino medio una hora después de quedarnos dormidos,
estamos completamente relajados y con mucha insensibilidad
a los estímulos externos. Después de un tiempo
en esta etapa 4 el sueño regresa a sus etapas iniciales
en orden descendente; etapa 4, etapa 3, etapa 2. Es después
de una hora y media de haberse iniciado el período
de sueño, aparece el primer sueño REM de la
noche. Al terminar el sueño REM, el sueño se
torna profundo nuevamente; etapa 2, etapa 3, etapa 4, entonces
vuelve en orden decreciente al sueño REM.
En la medida que suceden estos ciclos pasamos más tiempo
en el sueño REM, o sea, soñando y menos en las
etapas, más profundas.
Sin embargo, en los últimos ciclos no alcanzamos el
nivel más profundo, el de la etapa 4, pasando más
tiempo en la etapa REM.
En una noche de sueño normal tenemos 4 a 5 sueños
REM, lo que significa que soñamos cuatro o cinco veces
todas las noches nos acordemos e ello o no.
La etapa REM es el período de sueño donde los
sueños se manifiestan con más frecuencia. Si
se nos despierta durante la etapa REM, la mayoría de
las veces nos acordaremos de lo que estábamos soñando.
Debido a este hecho es que los científicos llegaron
a la conclusión que todos los seres humanos soñamos.
En otras etapas del sueño, pueden o no venir imágenes.
Algunos investigadores denominan al sueño REM, sueño
paradójico.
El primer sueño REM de la noche, sucede más
o menos 90 minutos después habernos quedado dormidos.
El primer sueño tiene una duración aproximada
de 3 minutos, el segundo de aproximadamente 10 minutos y el
tercero tiene una duración aún más prolongada
que la del segundo. El último sueño Rem de la
noche puede alcanzar a durar una hora. La percepción
que tenemos de que los sueños son extremamente fugaces
está opuesta a la realidad. Es bien posible que durante
un mismo período de sueño REM, tengamos varios
sueños y que nos acordemos solamente de ciertos fragmentos.
De este modo, cuando nos despertamos por la mañana,
nos acordamos apenas de una fracción de lo que soñamos
durante la noche.
No obstante, la diferencia entre lo que soñamos y lo
que nos acordamos del sueño, debido a los factores
biológicos descritos anteriormente, existe un nexo
importante. El origen de este nexo se encuentra en dos factores,
el contenido del sueño que uno se acuerda es el mismo
de las imágenes soñadas, pero, de manera parcial
y condensada. La energía que produjo el sueño
es la misma que lo retiene en la memoria.
En la etapa 4, que es la e sueño más profundo,
aumenta cuando hay un exceso de actividad física, durante
las horas de vigilia. Además, hay un aumento del sueño
REM, como consecuencia de una mayor actividad intelectual.
El tiempo que pasamos soñando no es igual durante nuestra
vida. En los primeros meses cuando el sueño REM es
más frecuente, de 17 horas que el niño duerme
8 son de sueño REM.
En los adultos si dormimos 8 horas, 1/4 de esas horas son
de sueño REM.Con excepcione, las personas mayores duermen
menos que los jóvenes y, por consiguiente, sus etapas
REM se ven disminuidas.
El sueño REM, está más bien relacionado
a un proceso de reparación psíquica y este se
hace relevante, en la medida que el cuerpo ya obtuvo un descanso
significativo.
El hecho de que durante la etapa REM, todos soñemos
y que esos momentos son de reparación y ordenamiento
de la mente, concluimos que soñar, reorganiza y repara
nuestro organismo para enfrentar un nuevo día.
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